El refugio de animales maltratados en la selva de Perú, «Amazon Shelter» declaró que las decenas de monos aulladores, guacamayos y osos perezosos sólo tienen comida para las próximas dos semanas, por lo que el futuro de estos animales ante la pandemia que azota al mundo es incierto.
La situación es similar en más de 140 centros de cría y zoológicos en todo Perú que se quedaron sin ingresos debido a que permanecen cerrados al público debido a la estricta cuarentena.
“Necesitamos que el Estado se acuerde de sus animales silvestres”, dijo Magali Salinas, fundadora de Amazon Shelter, quien desde hace 15 años ayuda a sanar las heridas de los animales recuperados por la policía que cayeron en manos de los traficantes.
Salinas, de 63 años y endeudada con cinco bancos para darle oxígeno a su proyecto, cree que Perú debería ayudar a salvar a los animales, sino morirán de hambre o sacrificados. Magali, ha ayudado a animales heridos con erdigones o con los huesos fracturados por la crueldad humana.
“¿Te parece justo 15 años de mi vida que he dedicado a rehabilitar la fauna para que después, por este terrible problema, el Estado se cierre y no pueda dar un aporte para apoyarnos?”. – Magali Salinas, fundadora de Amazon Shelter
El papel de los centros de cría y zoológicos es clave.
Desesperados, los dirigentes de estos refugios y zoológicos enviaron hace poco una carta a la ministra de Economía peruana María Alva en busca de auxilio, pero aún no tienen respuesta.
La policía decomisa cada año aproximadamente 4 mil animales silvestres , liberados casi moribundos por el ataque de traficantes.
Como un animal al acecho, el hambre se acerca a los refugios de animales, incluso a los más pequeños como el zoológico que está dentro del club Cogollo Portuario en las afueras de Lima.
INFORMACIÓN: – La Jornada –
Comentarios